Los puntos básicos que toda empresa debe conocer para implementar una política de control de créditos y de impagos son los siguientes:
1. Documentar las deudas adecuadamente: es importante documentar las deudas siempre que sea posible con títulos que permiteninterponer acciones cambiarias como pueden ser letras, cheques o pagarés. Si se trata de cantidades elevadas debemos obtener previamente el reconocimiento de la deuda por escrito y de ser posible ante notario. En esos documentos el deudor tienen que comprometerse a pagar la factura en un plazo determinado.
2. Vigilar los plazos de prescripción de las deudas: el ordenamiento jurídico español contempla que las acciones para reclamar deudas de cantidad están sujetas a un plazo de prescripción de quince años tal como establece el Código Civil. Por lo tanto hay que revisar periódicamente la solvencia de todos aquellos clientes morosos que tengamos en nuestra cartera.
3. Recuperar el iva: aunque una deuda quede impagada, e incluso tras interponer las correspondientes acciones judiciales, es conveniente acudir a los tribunales con el fin de recuperar el iva de las facturas impagadas. Este iva es un coste adicional que la empresa ha tenido que asumir y que acreditándolo debidamente se puede reclamar a la hacienda pública.
4. Vía judicial: ante la reclamación de la deuda a un moroso o deudor el acreedor no debe temer acudir a la vía judicial. La mayoría de los créditos irrecuperables por vía amistosa se acaban cobrando en el momento en que se comunica al deudor la interposición de una demanda judicial.
5. Actuar con rapidez: para el acreedor es importante actuar con celeridad. El éxito o fracaso en el cobro puede depender de ser el primero en actuar ya que cabe la posibilidad de que existan otros acreedores del mismo moroso y tendrá preferencia en el cobro aquel que haya interpuesto una demanda judicial en primer lugar.
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